De cada 2 matrimonios hubo un divorcio
Las relaciones entre parejas van de 1 a 26 años o más de duración
Por 8 mil 412 matrimonios registrados en Hidalgo en 2022, se realizaron 4 mil 135 divorcios, lo que significó que por dos matrimonios que se efectuaron hubo un divorcio, según revelaron los datos del Instituto Nacional de Geografía e Informática (INEGI).
En el marco del Día del Amor y la Amistad, celebrado este 14 de febrero, el Consejo Estatal de Población (COESPO) presentó datos estadísticos sobre las altas y bajas en las relaciones de pareja en el estado.
Con base en el reporte Estadísticas Vitales de Inegi, del total de divorcios en la entidad (4 mil 135), unos 3 mil 53 fueron incausados y mil 81 por mutuo consentimiento.
Las cifras que son de 2022, indican que los divorcios por tipo de divorciante, 4 mil 122 eran relaciones hombre y mujer; 11 separaciones del mismo sexo (mujeres) y dos por matrimonios entre hombres.
De las parejas que se divorciaron, de acuerdo a la duración legal del matrimonio, se registró que 18.1 por ciento estuvieron casados de 1 a 5 años; el 16.5 por ciento de 6 a 9 años; un 17.1 por ciento de 10 a 15 años; 12.6 por ciento, de 16 a 20 años; 12.9 por ciento, de 21 a 25 años; un 21.9 por ciento de 26 años y más, y de menos de un año de duración fue del 0.9 por ciento.
El INEGI informó que la tasa bruta de nupcialidad fue de 2.63 matrimonios por cada mil habitantes en el territorio hidalguense y la edad promedio al momento de casarse en los hombres fue de 28.8 años por 24.9 de las mujeres.
Un 19.2 por ciento de las mujeres en Hidalgo que casaron tenían entre de 20 y 24 años de edad; 26.8 por ciento, 25 a 29 años de edad; un 17.9 por ciento, de 30 a 34 años; 4.2 por ciento, de 18 y 19 años de edad, y de mayores de 35 años de edad, 31.6 por ciento.
De acuerdo con INEGI, la escolaridad de los varones que contrajeron nupcias, 1.1 por ciento no tenía ningún grado escolaridad; 0.8 por ciento, contaba con primaria incompleta; 9.1 por ciento, contaba con primaria completa; 25.9 por ciento, con secundaria o equivalente; 26.4 por ciento, con preparatoria o equivalente; 30.2 por ciento, estudios superiores, y 5.5 por ciento no especificaron su escolaridad.
En el caso de las mujeres 1.1 por ciento no tenían ninguna escolaridad; 0.8 por ciento contaban con primaria incompleta; 7.1 por ciento primaria completa; 24.6 por ciento secundaria o equivalente; 27.3 por ciento preparatoria o equivalente; 32.2 por ciento estudios superiores y 5.6 por ciento, no especificaron su grado de escolaridad.
Por cada cien hombres que se casaron, 95 trabajaban al momento de contraer nupcias, de éstos 58.4 por ciento eran empleados; 15.7 por ciento trabajadores por cuenta propia; 9.9 por ciento jornaleros o peones; un 9.8 por ciento obreros; 0.8 por ciento patrones o empresarios; 0.1 por ciento trabajadores no remunerados y 3.1 por ciento no especificaron su posición en el trabajo.
En contraste, de cada cien mujeres 51 trabajaban, de ellas un 74.7 por ciento eran empleadas; 18.3 por ciento trabajadoras por cuenta propia; 3.3 por ciento trabajadoras no remuneradas; 2.5 por ciento obreras; 0.9 por ciento patronas o empresarias; 0.1 por ciento jornaleras, y 6.8 por ciento de las féminas no especificaron su posición en el trabajo.